viernes, febrero 23, 2007

El final de una civilización



Narrado por Moroni:

Sucedió, pues, que tras la grande y tremenda batalla en Cumorah, he aquí, los lamanitas persiguieron a los nefitas que se habían escapado a las tierras del sur, hasta que todos fueron destruidos.

Y mi padre también murió a manos de ellos, y yo quedo solo para escribir el triste relato de la destrucción de mi pueblo. Mas he aquí, han desaparecido, y yo cumplo el mandamiento de mi padre. Y no sé si me matarán o no.

Por tanto, escribiré y esconderé los anales en la tierra; y no importa a dónde yo vaya.

He aquí, mi padre ha preparado estos anales, y ha escrito el objeto de ellos. Y he aquí, yo también lo escribiría, si tuviera espacio en las planchas; pero no lo tengo, y mineral no tengo, porque me hallo solo. Mi padre ha sido muerto en la batalla, y todos mis parientes, y no tengo amigos ni adónde ir; y cuánto tiempo el Señor permitirá que yo viva, no lo sé.

He aquí, han pasado cuatrocientos años desde la venida de nuestro Señor y Salvador.

Y he aquí, los lamanitas han perseguido a mi pueblo, los nefitas, de ciudad en ciudad y de lugar en lugar, hasta que no existen ya; y grande ha sido su caída; sí, grande y asombrosa es la destrucción de mi pueblo, los nefitas. (Mormón 8:2-7).